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domingo, 8 de febrero de 2009

Duende parte IV

Historia del duende parte 1
Historia del duende parte 2
Historia del duende parte 3
Historia del duende parte 4
Historia del duende parte 5
Historia del duente parte 6
Historia del duente parte final (7)


Si, oro puro.Si lo que la anciana me relato era verdad, varios arqueólogos tienen que visitar la región de Sucre a hacer excavaciones. Las canastas con calaveras son las famosas ch’ullpas incaicas que hacían los incas a sus muertos. Según varios expertos, si bien el imperio incaico llegó a Bolivia. Lo hizo más mediante su ejército. Si existía alguna tribu que se oponía a la unión al imperio, peleaban. Si aceptaban unirse (que fue el caso de las tribus en Sucre), adoptaban las costumbres incaicas. Es por eso que en Bolivia no vamos a encontrar muchos templos incaicos. Mas fortalezas como Samaipata o Inkallajta.Las ch’ullpas con utensilios de oro son propias de la realeza incaica. Una ch’ullpa con grandes cantidades de oro solo podía pertenecer a alguien de la nobleza o a un militar muy distinguido. Varios expertos afirman que nunca un inca piso jamás Sucre. Otra interrogante que me quedaba es. Como pudo saber el duende de la existencia de la ch’ullpa ?. Bajo mis estudios, los duendes no son más que seres pequeños que viven con los bosques incapaces de articular palabras como los seres humanos. Cualquier relato de poderes mágicos, o inclusive que haya hablado no son más que invenciones. Al menos eso creía en ese momento. Si lo que esta anciana dice es verdad, este infeliz se estaba quedando con uno de los mayores hallazgos arqueológicos de la historia de Bolivia. Estaríamos hablando seguramente de un hallazgo inédito de un general inca muerto de por lo menos el año 1500 (con la llegada de los españoles se disolvió el imperio). Bueno, volvamos con Agapito. Este infeliz ahora feliz, era inmensamente rico. Tenía una canasta con kilos de oro. Estaba tan feliz que abrazo a la calavera y esta se hizo mil pedazos. Tan feliz estaba que comenzó a lanzar huesos y utensilios del oro al aire gritando….SOY RICO….Luego se dio cuenta que había perturbado a un muerto. Asustado se dio cuenta que esto podía tener represalias. Con la mirada buscó al Duende. Nuevamente había desaparecido. El pobre Agapito se persignó y rogó a Dios que le perdone. Con mucho cuidado puso la calavera en su canasta….pero se llevó el oro y el hueso del fémur derecho para llevarlo a una iglesia y echarle agua bendita para que el muerto no ronde. Dicen que el oro y el dinero traen la infelicidad….esta no sería la excepción.

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