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domingo, 8 de febrero de 2009

Duende parte VI - he's alive !!

Historia del duende parte 1
Historia del duende parte 2
Historia del duende parte 3
Historia del duende parte 4
Historia del duende parte 5
Historia del duente parte 6
Historia del duente parte final (7)


Agapito sonrió. Nuevamente el duende le ayudaría en sus problemas.- Veo que la ausencia de los judíos te afecto – dijo el duende- No es obvio? – respondió Agapito y luego vómito todo lo que había comido mezclado con varios tragos y mucho jugo gástrico.- No veo para que pregunto dijo el duende. Bueno, tengo la solución a tus penas. Tú puedes hacer que el señor Holstein reviva.Sorprendido Agapito se paró de la sorpresa y dijo : Siiiii ?. Luego de lo cual perdió el equilibrio nuevamente y se cayó de boca sobre su vómito. El duende puso una cara de “quien me manda meterme con estos losers de @#@@ (nota 1*)”.Luego el duende le comenzó a explicar cómo revivir al señor Holstein. Cuando la hermana de Agapito me contó detalles de cómo revivir muertos me quedé con la boca abierta. En esa casucha no había tele. Era poco probable que haya visto la señora la película de Franknstein y menos que la haya leído (la señora era analfabeta). El lujo de detalles que me mencionó me hace suponer que ella practica la brujería. Y eso explicaría porque ella llegó a vivir 100 años (no me extrañaría volverla a ver ahora en el facebook).No se sabe con precisión que pasó, pero durante esa semana el Sr Smith perdió a su perro fino. Si hubiera buscado cerca a las minas del cerro rico de Potosí habría encontrado a su pobre perro sin entrañas. También se le vio a don Agamiñon comprando vizcachas que unos cazadores consiguieron. El sereno del cementerio en esos días encontró la tumba del señor Holstein vacía. La tumba había sido saqueada. Las malas lenguas decían que los judíos se entierran con oro y que algún ambicioso se había robado el oro. Pero, por que se llevaría los huesos del señor Holstein ?.A Doña Felipa, la trabajadora del hogar se le prohibió entrar a limpiar el cuarto que inicialmente pertenecía al señor Holstein. De repente el señor Agamiñon sonreía más, dejó la bebida y comenzaron a mejorar las cuentas como si…..como si hubiera vuelto el señor Holstein. Felipa afirmaba haberle oído hablar a don Agamiñon con alguien en el cuarto. No se sabía quién. Doñá Felipa, no podía más con su curiosidad. Es sabido que cuando una mujer esta intrigada, puede vender su alma al diablo cuando quiere descubrir algo. Al menos eso me dijo la anciana. Felipa muy ansiosa comenzó a simular que limpiaba cerca de la puerta del cuarto para tratar de entender que hacía don Agamiñon. Tal vez estaba loco y hablaba solo, pero no, la voz era distinta. No podía ser verdad. Por otro lado, cuando encontraba ratones el señor Agamiñon los llevaba en una bolsa al cuarto. Definitivamente don Agamiñon parecía haber hecho un pacto con el diablo. Doña Felipa le confesó todo eso al cura, el cura le explicó que los Judios no creían en Jesucristo y que seguramente por eso todos los judíos eran platudos. Porque hacían pacto con el diablo. Muy asustada doña Felipa seguía tratando de descubrir algo más hasta que don Agamiñon la pillo tras la puerta. Una patada en las costillas que le hizo volar 2 metros le enseño a mantener la distancia y no espiar. A veces le echaba agua bendita a la puerta, pero aparentemente la puerta protegía al diablo del agua. Felipa dormía abrazada agarrando su rosario, muy asustada en la noche. No podía con los nervios. Por otro lado había un olor nauseabundo en tras la puerta. Don Agamiñon aparentemente se ponía algo para no quedar impregnado con el olor. Si bien perfumaba don Agamiñon el cuarto, se llegaba a sentirse algo en descomposición. Y si, parecía existir alguien tras la puerta. Alguien más que don Agamiñon. Y así sucedió que un día decidió que debía entrar en el cuarto. Don Agamiñon estaba viajando a una hacienda que se compró lejos de la ciudad de Potosí y no volvería en 1 mes. Era la oportunidad para ver que sucedía ahí. Felipa estaba desesperada por saber que había tras la puerta. Así que decidió que iba a derribar la puerta por las bisagras. Rompiendo la sección de la pared y la puerta. Esos muros eran de adobe. Por lo no fue mucho trabajo picarlo y lograr abrir la puerta. Pegó un grito desgarrador que llegó a oír la gente de la calle. Pero la gente de la calle solo se extraño un poco al oir el grito. No pensaron que pasó algo malo. Pasaron días y los parientes de doña Felipa se preocuparon de no tener noticias de ella. El panadero no sabía nada, las señoras de las tiendas tampoco. Asustados fueron a visitar a la casa de don Agamiñon. Nadie contestaba. Se entraron forzando la puerta, corrieron hacia direrentes cuartos, buscaron en el cuarto del señor Holstein y…………………CONTINUARA

Historia del duente parte final (7)

nota 1* El texto original fue modificado por blogger por incumplir las normas de membresia. Actualmente el autor de este texto fue procesado por blogger por contravenir el acuerdo.

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