Anuncios

domingo, 29 de marzo de 2009

La captura del Chiru chiru (parte 6).

Esta es la parte 6 del Chiru. Si desea ver las historias anteriores vea el índice.

Capítulo anterior

Los amoríos del Chiru chiru (parte 5).

Esta es la ocasión en que apresan al Chiru chiru para que pague todos sus robos.
En el capítulo anterior, Lorenza había sido muy golpeada por su padre por haber tenido esos amoríos con un vulgar ladrón. Claro no era tan vulgar. Yo diría por sus antecedentes que era un ladrón de primer nivel. Pero aparentemente su padre no pensaba igual.
La pobre Lorenza estaba llorando, con una especia de velo negro para que no se le vean sus moretes por lo que le pegó su padre.
Fue a la iglesia a confesar sus pecados y pedir perdón por su alma.
En el confesionario dijo:
Yo confieso ante Dios Todopoderoso que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión:por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos que intercedáis por mi ante Dios, nuestro Señor.
A lo que el padre dijo:
- Errare humanum est (errar es humano). In nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti
En esos tiempos los curas predicaban en Latín. Desde que Constantino aceptó el cristianismo como religión oficial de Roma, el latín fue la lengua oficial para las prédicas.
Luego el cura sacó su cabeza del confesionario. Era el condenado Chiru ¡!
Lorenza olvidó que estaba en la iglesia y se entró a pegarlo. El recibió varios golpes, pero la abrazó y ella poco a poco se fue calmando. Al final como pasa siempre con enamorados, se comenzaron a abrazar y besar. Si un cura supiera lo que hicieron, seguramente los habrían quemado vivos. Pero a los ojos de Dios no hay pecado que no tenga perdón si el arrepentimiento es sincero. Después de media complicada hora de pasión dentro de un confesionario, Lorenza se salió por la puerta principal de la iglesia y el Chiru chiru por la puerta de atrás, para no ser visto. Cuando salió de la iglesia y estaba a unos 50 metros. 2 soldados que estaban escondidos lo agarraron. Luego aparecieron más soldados. Según la mayor parte de los relatos que recopilé, no era la primera vez que hizo el Chiru de las suyas en la iglesia. El sacristán lo delató.
El principal oficial de la guardia le dijo:
- Anselmo Belarmino, tiene varios crímenes que purgar ante la corona española.
- Vale, déjenme hablar con ella – dijo el Chiru
- Este será su último chiste, sus días están contados. Le espera la horca.
CONTINUARÁ

Capítulo siguiente:
Historia del Chiru chiru parte 7 (la aparición de la virgen )...

No hay comentarios:

Publicar un comentario